Alarma global ante el avance sin freno de la variante Ómicron



A casi un mes de su descubrimiento, la rápida propagación de la variante Ómicron llevó esta semana a reimponer restricciones en varios países europeos, donde la cepa ya tiene transmisión comunitaria pero también en naciones de Asia y América Latina, mientras que las campañas de vacunación infantil y de refuerzo se aceleran a nivel mundial de cara a las festividades de fin de año.

La situación es crítica en Europa, donde el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) señaló que ya existe transmisión comunitaria de Ómicron en el continente y espera "un nuevo y rápido aumento de los casos en los próximos dos meses".

A días de la Navidad, el ECDC advirtió que la vacunación "no es suficiente" y llamó a reintroducir acciones "fuertes" y "urgentes" frente al rápido avance de la cepa, como la vuelta al teletrabajo, el uso de tapabocas y la limitación de aforos en espacios públicos.

Italia y Grecia avanzaron esta semana en esa dirección al exigir test negativos a todos los turistas, incluso a los vacunados e independientemente de su nacionalidad, una medida que ya habían adoptado Portugal e Irlanda a inicios de diciembre.

Estas disposiciones generaron preocupación en la Unión Europea (UE) por afectar al uso del pasaporte sanitario europeo, que desde julio permitía a los vacunados del bloque viajar sin test ni cuarentenas, y limitar la libertad de movimiento justo cuando muchos ciudadanos viajan para ver a sus seres queridos.

Ante la potencial tensión que surgirá entre los vecinos, Bruselas recordó a los Estados miembro que las acciones unilaterales deben ser "proporcionadas" y de una duración lo más corta posible.

Francia, por su parte, prohibió desde este sábado los viajes no esenciales con el Reino Unido, donde el alza de contagios registró por tercer día consecutivo un nuevo récord, con más de 93.000 casos diarios.

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